Ser mujer nunca ha sido fácil, debemos entenderlo así. Hoy más que nunca
con lo que pasa a nuestro alrededor, matemos la indiferencia.
Siento necesario contar la historia de una mujer que al enterarme de su
caso me llena de rabia.
Además de ser mi amiga, a quien conozco de sobremanera como una persona íntegra
y la más dulce que pueda describir por el trato que siempre tiene hacia los
demás, cómo callar este coraje y rabia al saber de casos como éste, donde una
persona es amedrentada, valiéndose de su carácter noble y casi indefenso.
Cuento y deseo difundir este caso para decir ¡YA BASTA! Y exaltar la
fortaleza de mi amiga y su lucha contra el sistema laboral, penal y personal.
Esta amiga, de la cual omitiré su nombre por razones obvias de proteger
su identidad y en base a posibles represalias, trabaja en una empresa
cooperativista, liderada por un sindicato muy conocido del sector energético, ésta
es su historia.
Mi amiga fue designada como responsable en el área donde ella labora por
parte del director general de dicha empresa, del cual omitiré su nombre.
Cualquiera pensaría que eso es algo beneficioso, pero no en este caso.
Desde el primer día con su nuevo puesto, se le dieron diferentes
encomiendas que ella fue cumpliendo cabalmente a partir de ese momento.
Fue víctima constante de una presión psicológica muy excesiva (cabe
mencionar, además, que mi amiga nunca recibió mayor remuneración, aceptó el
puesto por convicción y apoyo a su empresa, la cual siempre sus autoridades han
manifestado que está en quiebra desde hace tiempo).
Constantemente, el director general, quien era su jefe inmediato, la
hostigaba diciéndole que ella no servía.
Las instrucciones se las daba regularmente por teléfono (WhatsApp y
llamadas), poco claras y confusas, constantemente se contradecía en sus propias
instrucciones, daba alguna con carácter de urgente y al siguiente rato cambiaba
y le echaba la culpa de que no hacía las cosas como él quería, desistiéndose de
la orden anterior dada por él mismo, siempre amenazándola con quitarla del
puesto.
Cualquier pretexto era bueno para llamarle la atención y decirle que era
una incompetente. Constantemente siguió tomando ese comportamiento, regaño tras
regaño, sin motivo alguno, incluso bloqueándola de WhatsApp, todo eso sin
explicación alguna causando más incertidumbre, confusión y presión hacia ella
por no saber que había hecho para que tomara esas acciones este sujeto.
Cabe mencionar que desde que llega a esa empresa, este director, comenzó
a denigrar a los compañeros, siempre humillándolos y presionándolos, incluso
echándolos a pelear entre ellos.
La presión y el sentimiento era tal, que mi amiga trataba de guardar la
calma, ignorando sus presiones, groserías y amenazas, pero derrumbándose al
final del día muchas veces con su madre, llorando de impotencia.
También, muchas veces pensó en renunciar a pesar de la gran necesidad y
cariño que tiene por su trabajo, del cual yo también he sido testigo de su amor
a su empresa, literalmente un “amor a la camiseta”, cabe señalar que es su
único sustento.
Lo más lamentable es que esto no termina ahí, el director general ya no
solo se metía con ella en la parte laboral, si no en lo personal y con su
integridad, diciéndole que se pusiera a dieta, que se vistiera muy coqueta para
que sus compañeros le dieran todo lo que ella les pidiera, pues el puesto de mi
amiga requería del trabajo en conjunto con distintas áreas (la empresa en su
mayoría, está constituida por hombres).
En diferentes ocasiones, debido a las presiones y amenazas del director
general hacia ella diciéndole que no servía, ella llegó a expresar su
desacuerdo, diciéndole y cuestionándole el por qué si no servía la había puesto
en ese cargo y responsabilidad, lo cual le molestaba al director general, quien
muy tajante le decía “retírate, no quiero hablar, retírate de mi oficina”;
cuando llegó a ser por teléfono, era muy grosero y le decía “es mi última
palabra” y colgaba.
A principios de enero de este año, el director le da la instrucción de
que debe acompañarlo a un viaje de trabajo en una comisión junto con otros
directivos, desde antes, el director le hizo comentarios incómodos diciéndole
que se sentía muy solo y necesitaba una pareja, que necesitaba una mujer aquí
en México (él es extranjero, boliviano).
Durante el mismo trayecto en el viaje, mientras hablaba con alguien por
teléfono, dijo que para eso se había llevado a mi amiga para que le quitara el
frío, a la persona con la que hablaba, a lo cual ella hizo como que no lo
escuchaba. Además, en otro momento le preguntó si tomaba (bebidas alcohólicas)
insistentemente, a lo que ella respondió que no, él le dijo que por qué no,
pues él tenía ganas de salir en la noche.
Desde el nombramiento y durante el viaje, él le decía que ella
pertenecía a su área y que como ella era la responsable, tenía que estar con él
e irse con él a donde él le dijera.
Durante el viaje hubo una cena y en la mesa él no le quitaba la vista,
lo cual la incomodaba mucho e intranquilizaba a mi amiga. Le comenzó a mandar
mensajes lascivos e incómodos como que era una “golosa” y “saboreaba muy rico”.
Ella sintió mucho miedo y apagó su celular, se paró de la mesa
disimuladamente y fue al baño, ahí avisó a su hermana lo que estaba pasando,
ella se encontraba lejos y muy preocupada le dijo que por favor le dijera a
alguien lo que pasaba, así lo hizo y fue con el compañero al que tenía más
confianza, de manera discreta se lo comentó, ella tenía mucho miedo, su
compañero le dijo que se tranquilizara, que iba a estar al pendiente de ella.
También se lo manifestó a otro de los directivos, quien solo le dijo “no pasa
nada y si sigue lo mandas a la chingada”.
Al terminar la cena, todos se irían a descansar en un área destinada a
los demás compañeros y mi amiga a un hotel, por ser la única mujer de la
comitiva, así lo habían planteado desde un principio, cuando se le dio aviso de
que saldrían de viaje, pero al final resultó que el director también se iría al
hotel, solo él y ella.
Mi amiga estaba muy asustada y le dijo a su compañero discretamente “yo
no me quiero ir sola con este señor, tengo miedo”, su compañero le dijo a otro
“oye, tú te querías ir a un hotel ¿no?, por favor vete con ellos”, a lo cual el
otro compañero accedió. Le dijo a ella “voy a estar al pendiente, por favor
mantén tu celular encendido y cualquier cosa me llamas”.
Una vez en el hotel, se encerró y no salió, tocaron la puerta y ella no
respondió, en seguida el director le mandó mensaje diciendo “¿ya estás haciendo
chis?”, así de literal y ofensivo, invadiendo totalmente su intimidad.
Al día siguiente el director estaba muy serio e incluso enojado, las
actividades de su trabajo siguieron y afortunadamente ya no se quedó sola con
él en ningún momento.
En otra ocasión, mi amiga y su esposo iban en trayecto al trabajo de
ella y ella recibió una llamada del director dándole una tarea en específico y diciéndole
que no se ocupara en nada más que eso, comenzó a regañarla otra vez diciendo
que no estaba haciendo un buen trabajo en el área, volvió a amenazarla diciendo
que pondría a alguien más porque ella no estaba haciendo lo que él quería,
diciéndole: “ya son varias las que te he pasado y estás a prueba”.
Le dijo: “necesito que utilices tus redes sociales personales para
atraer a nuevas personas, necesito que te tomes fotos sexys y las publiques
para atraer a los hombres, tienes que seducirlos para hacer nuevos clientes y
enlaces con otras empresas y organizaciones”, y haciendo hincapié en que tenía
que hacerlo porque él iba a estar monitoreando sus redes sociales personales
asegurándose de que lo hiciera y si no lo hacía se atuviera a las
consecuencias.
Su esposo al oír todo esto que el director general le decía, se enojó
mucho y le dijo que por qué permitía que este tipo la tratara de esa manera y
le pidiera ese tipo de cosas, que le estaba faltando al respeto, él quería ir a
buscarlo y reclamarle a lo cual ella lo calmó y convenció de que no lo hiciera
pues habría más problemas, ella arreglaría las cosas y pondría un alto.
Ante la insistencia de su esposo por poner un alto, decidieron que
harían las denuncias correspondientes pues este tipo de tratos y peticiones son
un delito, además de que después se supo que había antecedentes de otras
víctimas que pasaron por situaciones similares en esta empresa y con el mismo
sujeto, aunque no fueron denunciadas por razones desconocidas.
Ese mismo día por la tarde, la secretaria del director fue a ver a mi
amiga para darle la tarea de que difundiera otro tema por orden del director,
eso era una instrucción contraria a lo que por la mañana el mismo director le había pedido acerca de solo dedicarse a un solo tema específico que él
le había dado.
Ella creyó en la palabra de la secretaria, pues muy seguido, las
instrucciones del director eran muy cambiantes.
Después otro directivo le pidió otra tarea y obedeció la instrucción
(cabe señalar que el director no se manda solo y hay reglamentos y estatutos
que él debe respetar en cuestión de los directivos, pues él, al ser un
prestador de servicios externo, no puede pasar sobre ellos).
Más tardó en hacerlo, que en lo que el director ya le estaba llamando a
ella para reclamarle, diciéndole que no había seguido el lineamiento y que la
sancionaría por incompetente e indisciplinada, que le haría un descuento en el
pago de su quincena.
Mi amiga fue a buscarlo para aclarar las situaciones y le manifestó que
solo había seguido sus instrucciones a lo que el director le dijo que era su
área y solo debía hacer caso a lo que él le ordenara. Muy enojado volvió a
decirle “tú no sirves” señalando que era una incompetente y diciéndole
nuevamente que era una indisciplinada y que ya no le iba a descontar en su
quincena, que ahora la iba a quitar el puesto y además pondría a otro compañero
diciéndole, que lo pondría a él para que él le diera las órdenes y a ver si así
se disciplinaba. Lamentablemente, así lo hizo.
Mi amiga ha sido víctima de acoso y hostigamiento laboral y sexual por
esta persona, ha afectado a su persona de manera psicológica y moral, es lamentable
que exista este tipo de actos y que además se encubran o se minimicen los
hechos.
No se vale ser cómplices, pues eso significa encubrir a alguien que está
violentando a la gente, que violenta a las mujeres, se requiere unirnos por la
defensa y libertad de las compañeras, por el respeto y derecho a trabajar en un
ambiente sano y libre de violencia que además está plasmado en las leyes,
específicamente en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida libre de Violencia.
Se debe evitar a toda costa encubrir y ser cómplices de este tipo de
actos con este tipo de agresores, el caso de mi amiga es un caso que además de
complicado, tiene diversas omisiones y protecciones a este sujeto, y lo que es
más inquietante es que esta persona sigue paseando como si nada en el lugar de
trabajo de mi amiga, lo cual la hace más vulnerable al seguir conviviendo con
él.
Al día de hoy no ha habido solución en el lugar de trabajo y solo le dan
largas que la hacen caer en el desánimo, haciéndola sentir como si ella fuera
la que ha actuado mal, como si ella fuera la agresora y no la víctima. Al tipo
lo han empoderado más y pareciera que no interesa el caso de mi amiga, durante
el proceso por parte de la empresa hay anomalías y se dejó pasar mucho tiempo
después de la denuncia, el agresor como si nada y los demás protegiéndolo como
si él fuera la víctima.
Es muy lamentable y penoso ver lo que está sucediendo en este país, sin
embargo, es necesario alzar la voz a la sociedad, de ser posible gritarlo.
Hacemos un llamado a la sociedad en especial a todas aquellas mujeres y hombres
que sufren de violencia sexual, física, psicológica o cualquier tipo de
violencia, y/o discriminación en cualquier espacio, en donde sea que se
encuentren, alcen la voz, digamos basta a este tipo de violencia.
No es normal ser maltratados, denigrados y humillados. No es normal sentir
miedo e incomodidad en nuestro lugar de trabajo. No es normal ser acosados u
hostigados sexualmente ni laboralmente. El 92% del acoso sexual y laboral no se
denuncia, no es normal que el lugar de trabajo no sea un espacio seguro.
Hagamos consciencia y exijamos justicia y respeto, es por todas y todos.